¿Que nos lleva a la Zona de Marca?

Este es el primer post de este proyecto de bitácora, y mientras desempolvaba la carpeta que estuvo guardada por varios años entre las «cosas que quiero hacer» y los «no tengo tiempo«, pensaba en que es lo que realmente nos motiva en cada proyecto que comenzamos. Cualquiera que este sea, plan estratégico, nuevo producto/servicio, empresa propia, etc, todos tienen una serie de principios comunes que los alimenta y mantiene vivos.
No conozco, ni he leído a nadie, que haya cumplido un objetivo personal o en una empresa, solo. Es aquí cuando el concepto de equipo cobra vital importancia. Desde pequeño he tenido la suerte de practicar muchos deportes colectivos y algunos individuales (imagino que mi madre intentaba que quemase energías ;), pero ninguno me ha aportado tanto sobre el concepto de «equipo y motivación « como el Rugby.
Los más de 30 años vinculados a este deporte, como jugador y algunos como entrenador, han influido para lo bueno y para lo malo, en la persona y el profesional que soy hoy. Y el que diga que es una persona distinta, en su vida particular y en el trabajo, miente descaradamente; o padece trastorno de personalidad múltiple, así que intentaremos igualmente no hacerlo enfadar.
De allí surgió la idea de comenzar este blog con esos principios aprendidos sobre el campo, equivalentes a los proyectos de negocios, y que nos pueden ayudar a conseguir nuestras metas:
– Pasión: “Sentimiento vehemente, capaz de dominar la voluntad y perturbar la razón”. Ese punto de locura sana que no se puede ni debe racionalizar. Si deseamos alcanzar una meta solo con nuestras aptitudes, llegaremos tan lejos como nuestro intelecto, y nos dejaremos por el camino ese impulso extra, esa actitud que nos puede hacer recorrer un metro más. La pasión nos fortalece, despierta ese espíritu de lucha que nos impulsa a sacrificarnos para superar las dificultades.
– Confianza en uno mismo. Comenzar una tarea sabiendo que lograrás lo que te has propuesto, apartando las creencias limitantes, es la mejor forma de empezar. Un elefante confía cada día en que hallará los 135 kg de comida necesaria para subsistir; cada día… Si comenzamos el juego pensando que no llegaremos a la zona de marca, al objetivo fijado, lo más probable es que así sea.
– Entrega y confianza en el equipo: Uno de los pilares fundamentales del rugby es el apoyo, el soporte, la confianza instintiva de que un integrante del equipo estará allí cuando lo necesites. Implica también tolerancia hacia los errores de los compañeros, apuntando siempre hacia el bien común, hacia la línea de ensayo.
– Estar preparado para recibir golpes. El rugby y el marketplace son «disciplinas de contacto». Cuando comienzas a practicar este deporte o comienzas un proyecto, debes estar dispuesto a recibir más de un golpe. Si no tienes esta actitud mental antes de salir al ruedo, no esperes conseguir un tanteador favorable.
– Altruismo y humildad. No lo sabemos todo y no somos invencibles. Esa humildad nos permite seguir aprendiendo y mejorar. Altruismo es un grito en silencio que reza “yo recibo el placaje, tu sigue”, es la negación del protagonismo personal en favor del grupo. Cuando tenemos un equipo bien conformado, cada uno sabe lo que tiene que hacer y lo hace hasta el final.
– Conoce y acepta las reglas del juego. Las reglas definen el juego, conocerlas y estar al tanto de la actualizaciones y modificaciones, puede significar “la gran” diferencia a favor o en contra. Cuanto más en profundidad conozcamos las reglas y más actualizado estemos, mayor provecho sacaremos de ellas. De lo contrario, es probable que terminemos fuera del juego (o del mercado).
– Equilibrio entre fortaleza y flexibilidad. A pesar de lo que muchos creen, el rugby no es un juego de “derribar árboles”, es más bien un juego de encontrar el hueco entre ellos (encontrar el hueco y ocuparlo antes que el oponente). Saber cuándo ser firmes y aplicar nuestra fuerza, y saber cuándo dar un paso al costado o hacia atrás para luego atacar ese hueco, es lo que en verdad nos permite avanzar.
– Disciplina. Para mí: “Es una elección entre lo que quieres ahora, y lo que quieres más”. La preparación previa, la insistencia frente a las adversidades, el trabajo constante y enfocado, es lo que te lleva a conseguir los resultados, a la meta final. Porque aunque pierdas un partido, el campeonato siempre es más largo.
Los proyectos en sí mismo no son nada sin una motivación poderosa que los inicie y sin un equipo que los sustente y lleve a cabo. Porque en definitiva, son las personas quienes terminan marcando la diferencia en el terreno de juego, y aunque no lleguemos a anotar, debemos seguir entrenando y preparándonos, porque siempre tendremos un partido más por delante.
¡Bienvenidos!
Imagen: Ferand